13 de agosto de 2011

Se fue la tinta verde

Y aunque sabía que tenía que pasar, he tirado aquel viejo bloc de notas en el que escribia siempre de noche y siempre con tinta verde.

Han cambiado muchas cosas desde aquel entonces: he tenido que dejar atrás sentimientos, formas de pensar e incluso, porque no, una parte de mi. Y aunque en aquel entonces no lo entendía, el tiempo hace que todo esté en su sitio (al menos en el que oficialmente debería estar).

Eso no quiere decir que aun a estas alturas de mi vida, a veces, y solo a veces, aparezcan dudas. Lo volví a encontrar metido en el mismo sitio donde lo dejé hasta que todo lo que he hecho este año llegó haciéndose un hueco. Pensé que su vida productiva habia llegado a su fin y que no era más que un objeto peligroso en un sitio poco adecuado.

No quiero engañarme, han pasado muchas cosas este año, pero a simple vista, me veo igual. He conocido a gente y me he reencontrado con gente, pero yo sigo igual.

¿Qué ha cambiado desde la primera vez que escribi con tinta verde? A veces pienso que siento menos, que me he hecho inmune sin quererlo al sufrimiento de los demás. Pero si me paro y lo discurro realmente lo unico que he hecho es endurecer la coraza un poquito más. Puede ser, o puede que no, que el dolor ajeno haya llegado a calarme tan hondo que unido a mis propios problemas de pronto se haya hecho imposible de llevar. O no. O ahora soy mucho más crítica y cribo mejor.

Las últimas palabras que escribí fueron "Y después de tanto, no sé que va a pasar". Los problemas de entonces no son los mismos que los de ahora pero si consiguen quitarme el sueño. Otra vez puedo decir que la respuesta sería "Madurar". Pero creo que es el entorno el que ha hecho esto.

Será que ultimamente pienso demasiado. O que me he desprendido de uno de los simbolos de mi pasado cercano. Pero ahora no sé si echo de menos mi bloc y mi bolígrafo verde.

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