"Uno nunca sabe cuando pueden pasar estas cosas. Cuando de pronto la vida se queda congelada en un segundo. Un segundo tan largo en el que nos da tiempo a mirar a nuestro alrededor y salirnos de nosotros mismos para observar nuestra vida.
Hacia tiempo que no lo hacia.
Que no limpiaba mis sentimientos.
Que no abría de verdad los ojos y observaba mi alrededor.
Que no miraba mi vida desde fuera.
Que no me fijaba en el como y el porqué de las cosas.
Hacía tiempo que no lloraba.
Por la prisa o por no tener necesidad.
Que no volvía la mirada al pasado.
Que no pensaba en donde y como empezó todo.
Hacía tiempo que los recuerdos habían dejado de atravesarme como puñales.
Casi dos años.
Como cambia una vida en tan poco tiempo. Que son dos años para la historia? Y sin embargo, lo mucho que suponen en la historia de la persona.
Es inútil pensar en culpables. No sirve para nada intentar solucionar tantas preguntas dolorosas.
Hoy un pedacito de pasado ha vuelto a caer en mis manos. Y no he sabido como reaccionar. De pronto han brotado, sin querer, dos lágrimas silenciosas.
Y he comenzado a pensar... cuanto esfuerzo y sacrificio cuesta sacar una vida a delante. Cuando se encuentra completamente hundida, sin pilares ni salva-vidas a la vista. Y la vida sigue.
Y uno se da cuenta de que la verdadera felicidad está en pequeñas cosas como sonreír y tomar café. Y como
" Los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno del mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen su forma de caerse por la mitad..."
Y maduramos. Vemos las cosas de otra forma. Como, sin quererlo, desearlo ni planearlo, la cabeza llena de pajaritos se vacía. Y nos enfrentamos a una realidad completamente distinta a la que nos habían contado. Aquellos fantásticos días en los que la ignorancia era indudablemente la felicidad. Y corremos el peligro de que nuestro corazón se oculte, se encierre, detrás de una coraza invisible que rara vez se traspasa. No podemos aceptar más dolor. Ni queremos dar la oportunidad de que se nos infrinja un dolor que la mitad de las veces no entendemos.
Pero, encerrándonos no nos hacemos más daño? guardamos ese dolor, sin apoyarnos en aquellos que quizá tengan las claves que no alcanzamos a ver. Decidimos auto-engañarnos pensando que "si no lo dices es como si no pasara".
Esto es la vida, señores. Y se aprende a palos. Aunque no nos guste reconocerlo. Es más, aunque no queramos verlo y prefiramos endurecer nuestro corazón. Si nunca nos hubieran herido no habríamos descubierto como es el mundo en realidad. Viviríamos toda la vida en "Matrix".
Los errores, aunque ajenos, nos enseñan a vivir. Nos hacen madurar. Por lo que a veces y en cierta medida son necesarios. El dolor es propio de la condición humana, igual que los errores.
De todas formas, es necesario elegir nuestros errores. Aunque solo sea para volvernos a equivocar.
Y a todas estas conclusiones me llevan las lágrimas hoy. Quizá sea la tarde gris. O la lejanía de algunas personas. Pero he de decir, que mis lágrimas no son del todo tristes. Sin ellas no me habría dado cuenta de que efectivamente, soy feliz.
Pero somos así.
Siempre queremos más. Y mejor."
P.D: sonreíd, esto es la vida y solo estaremos por aqui una vez.
Filia y Logos
Hace 2 meses
1 comentario:
Como ya te comenté... un arrebato interno.
Haces bien en expresar estos sentimientos, qué es lo que pasa por tu cabeza en esos momentos. Puesto que así muchas veces nos damos cuenta de ciertas cosas que nos lo hacen más llevadero, o impresiones de gente apreciada que puedan darte.
Efectivamente la vida no es fácil y básicamente se pueden seguir dos caminos: el camino real, o el camino imaginario. En el primero ves el mundo tal como es. En el segundo, ves el mundo tal como tú quisieras que fuese. ¿merece la pena vivir en un engaño constante? Al igual que tú, pienso que no.
Al final todos estos acontecimientos nos hacen madurar, aprender ciertas cosas.
Si, el reflejo fisiológico de una lágrima, no tiene porqué ser por algo doloroso. Las lágrimas denotan sentimientos, nos hacen recordar que seguimos vivos.
Un besote niña.
Publicar un comentario