Vaya dos verbos. Tan parecidos y tan diferentes a la vez.
Ambos indican cierta posesión.
Para la RAE Querer es un verbo de amplio significado. El primero es "Del lat. quaerĕre, tratar de obtener" y el segundo " m. Cariño, amor ". Yo voy ha hablar de ambos. Mezclados. Porque muchas veces cuando ansiamos conseguir algo es porque lo queremos, lo amamos y se convierte en algo imprescindible en nuestras vidas. Entonces es cuando se dice que lo "necesitamos". Cuando nuestras vidas dependen de la obtención de ese "algo". En el diccionario: necesitar: "(Del lat. necessĭtas, -ātis) 1. tr. Obligar a ejecutar algo. 2. intr. Tener precisión o necesidad de alguien o algo".
Y bueno, aquí es cuando entra la subjetividad de cada uno. Porqué queremos? porqué necesitamos? Puede ser que necesitemos sentirnos llenos de ese todo que para nosotros significa poseer ese algo. Y que ocurre cuando no lo tenemos? Que puede ser que nos frustremos o sintamos vacíos, sin rumbo.
Cada persona se marca sus metas. Sus limites. Y quiere conseguirlas cueste lo que cueste. Pero a veces la luz cegadora de nuestras pasiones internas no nos permite discernir entre si en verdad lo que queremos es lo que necesitamos o lo que necesitamos es lo que queremos.
Por ejemplo: yo quisiera tener mil pares de zapatos. Pero los necesito? Realmente eso mejorará mi vida? Seguramente no. Pero mi pasión, mi atracción por los zapatos, hace que mi razón se ciegue. Que no conciba una vida sin ellos. Que incluso cometa locuras por conseguirlos.
Pero sin darme cuenta, llega un momento, un instante de claridad en el que el cielo se abre y una voz silenciosa grita en tu interior: "Qué locura es esta? Qué pretendes con todo esto? Mil pares de zapatos son muchos, es excesivo, más de los que necesitas. Confórmate con lo que tienes". Esa, señores, es la voz de la conciencia. Que después de un largo letargo adormilada por el olor de los zapatos nuevos despierta y ve la realidad. Y hace que vea el mundo de otra forma. O al menos mi propio armario. Y... cuando uno descubre que piensa por si mismo y le va bien, siente cierta sensación de vértigo, de poder que a veces no sabe muy bien controlar.
Descubre como los zapatos, aunque los quisiera, no los necesitaba y aprende a verlos de otra forma. Como un complemento necesario para la vida, no podríamos andar en invierno descalzos, seguimos necesitándolos, pero de otra forma distinta.
Esa sensación de vértigo puede convertirse, a veces, en soberbia. Pero de nuevo aparece la razón para poner freno a esto y hacernos recapacitar. Es la sensación de manejar nuestra vida la que, para variar, nos hace sentir mejor.
En fin señores, que no es lo mismo necesitar, que querer... que poder. Y no siempre es lo más deseable. Como humanos que somos nos equivocamos. Pero para ello está nuestro pepito grillo, o campanilla, para hacernos aterrizar en la tierra con más o menos delicadeza. Que vivo y que feliz se siente uno cuando consigue dominar ya no digo su vida, si no sus sentimientos. Es una pequeña victoria que solo la experiencia y la madurez nos permiten ganar.
Aun así, dejemos a nuestras pasiones equivocarse, puede que estén algo desorientadas y no conduzcan al camino correcto, pero nos hacen vivir y crear "grietas" en los muros de nuestra vida. Y aprender.
Soñemos con la vida que queremos. Y , solo a veces, necesitamos.
3 comentarios:
"Estaba furioso de no tener zapatos; entonces encontré a un hombre que no tenía píes".
Proverbio
Qué buena la frase de Gonsaulo... Con esa frase se resume todo.
Sé que la siguiente frase es muy típica, pero es que es muy cierta. "No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita". Y así es. El día que todas las cosas que queramos no sean necesarias, es decir, no las necesitemos, entonces podemos decir que tenemos todo lo básico y necesario para ser feliz. El resto son caprichos, ambiciones.
Es muy distinto el "quiero esto para aumentar mi felicidad" a el "necesito esto para ser felíz". El resultado de necesitar pocas cosas es el de ir alcanzando la felicidad. Tenemos que valorar lo que tenemos (y no siempre vemos) que a nuestros ojos se torna invisible por ser tan básico.
Un beso... espero que querido y no necesitado.
Yo amo y disfruto de la gente , pero no la necesito.
l gente que necesita de la otra gente es la gente más desgraciada del mundo. Pero la gente que quiere amor y disfruta de la gente es la que logra ser feliz
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